Aprendemos experimentando

En el aula de dos años hemos llevado a cabo una actividad muy divertida que además tiene un montón de beneficios para los/as peques: pintar con las partes del cuerpo (manos, pies, cara…) y pintura de dedos de diferentes colores.

Utilizamos los cuatro colores básicos que hemos trabajado más a fondo (rojo, azul, verde y amarillo) con la intención de que vean lo que pasa cuando se mezclan. Experimentando libremente los pequeños mezclan los colores y viven lo que pasa. Están aprendiendo los colores a través de su vivencia directa, lo que facilitará que integren un aprendizaje muy significativo para ellos/as.

Haciendo esta actividad, además de pasarlo en grande (como es obvio), estimulamos el sentido del tacto y de la vista de los más pequeños, ya que el papel blanco se convierte en una explosión de colores. No se les da ninguna pauta de cómo tienen que realizar la actividad, simplemente se les deja explorar libremente. El adulto permanece siempre a una distancia en la que pueden mantener el contacto visual, lo cual les otorga seguridad, pero sin condicionar la actividad espontánea de los pequeños.

Los materiales utilizados favorecen la expresión artística y emocional de los niños, ya que a través de sus creaciones expresan lo que sienten. Además, el contacto con su propio cuerpo es fundamental para ir interiorizando el esquema corporal, lo cual intercederá de forma positiva en el desarrollo motor. No es lo mismo ver un dibujo del cuerpo humano y que alguien te diga que eso es una mano o un pie, que pintarte esa parte del cuerpo con pintura, disfrutando de la sensación que genera en tu cuerpo. De esta forma estamos fomentando la capacidad de diferenciar e integrar las diferentes partes del esquema corporal.

Toda la actividad se lleva a cabo con música de fondo, lo que les permite evadirse del mundo que les rodea y concentrarse únicamente en la acción que están llevando a cabo en ese momento. 

Los niños/as han disfrutado un montón, y los adultos que les hemos acompañado también lo hemos hecho al ver el éxito que ha tenido la actividad, más aún sabiendo de antemano todos los beneficios que les otorga.